14 febrero 2014

Brasil: Magia dentro y fuera de la Cancha

Los jugadores brasileños tienen la reputación de ser de los mejores del mundo. Su fama hace que se coticen alto y que varios equipos los quieran en sus filas.
Pero también hay un elemento importante detrás de ello: LA MACUMBA.
Esta es una de las prácticas mágicas más extendidas en Brasil y también existe en los vecinos Uruguay y Paraguay. Se deriva de la magia africana.
Hace algunos años se hizo una división de la Macumba, de la siguiente manera:
UMBANDA: es la rama que se orienta a trabajar con espíritus, médiums, muertos y práctica de rituales para armonizar la vida en sus diversas dimensiones. Su cosmovisión está basada principalmente en la religión nigeriana, aunque en Brasil se realiza una mezcla entre deidades nigerianas (Orishas) y santos católicos. El número siete es importante para ellos, pues lo usan para definir a sus divinidades, las energías del planeta y las dimensiones. Y dentro de esta justa futbolística el número  SIETE está apareciendo desde ahora por todas partes.
QUIMBANDA o Kimbanda:  esta modalidad viene de Angola y el Congo en África. En ella se realizan curaciones e invocaciones a través de ancestros espirituales de una manera semejante a como lo hace un médium. Y en cada nivel en el que va avanzando el practicante de Quimbanda, se le van entregando diversos collares. Dentro de este culto, es común que en varios de sus rituales se hagan curimbas (cánticos específicos en honor a alguna entidad espiritual) y toque de tambor… algo que podremos apreciar dentro  de los estadios de fútbol cuando juega el equipo de Brasil. Así que no nos extrañemos al ver a esa “porra” cantando totalmente entregada a sus Exú (espíritus). Y en la Quimbanda, nuevamente el número SIETE toma importancia. Pues se invoca a las 7 encruzilhadas (o 7 reinos) durante sus rituales.
Veamos un ejemplo de una de sus curimbas:
“Eu sou filho de seu sete ninguem me pode derrumbar”, que en español significaría “Yo soy el hijo de los siete y nadie me podrá derrumbar”.
 OMOLOKO: Este culto es oriundo de África, allá utilizaban como templo un árbol sagrado y misterioso sobre el cual se reunían para las prácticas religiosas. De ese misterio o árbol sagrado produce 7 frutos en 7 años.  Por esta razón los sacerdotes del culto se reunían cada 7 años, y las graduaciones de los mismos se realizan aun en números de 7 sacerdotes. Dentro del Omoloko, también se acostumbra a que se realice adivinación a través de diferentes mancias.
EL CANDOMBLÉ: además de la Macumba, también existe esta religión, de origen totémico y familiar originaria de África, se practica en Brasil aunque ha llegado a los países vecinos como: Argentina, Colombia, Paraguay, Uruguay, Venezuela y hasta México. Es una religión monoteísta, el Dios único para la nación ketú es Olorum (Ciudad de Bahía), para la nación bantú es Zambi (Bahía, Pernambuco, Río de Janeiro) y para la nación jeje es Mawu (del vocablo yoruba adjejé, que significa ‘extranjero, forastero’. Nunca existió ninguna nación jeje en África).
El candomblé rinde culto, entre todas las naciones, a cincuenta de los cien dioses que antes se adoraban en África… imaginen entonces a todo ese conjunto de divinidades siendo llamadas para que apoye a un equipo de fútbol.
 En Brasil, debido a su gran extensión geográfica y su enorme número de habitantes, también se han propagado de manera exitosa las religiones católica y budista, sin embargo quisimos mostrar aquellas otras manifestaciones de fe, para que desde ellas, apreciemos el panorama de creencias espirituales que estarán presentes en la próxima copa del mundo.

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