10 julio 2015

¿CÓMO ES CADA SIGNO CUANDO COME?


Hace tiempo tenía la idea de hacer este "Horóscopo de la comida" de cada uno de los signos, y si bien trata un poco acerca de los alimentos, también encontrarán las conductas que cada uno tiene al momento de comer. Espero que lo disfruten tanto como yo, yummy Emoticono tongue


ARIES.
Seguramente el primer signo querrá estar en la inauguración del nuevo restaurante de la ciudad, aquel al que acudirán las máximas personalidades... por supuesto que si no lo incluyen en la lista, hará lo imposible por parecer cliente VIP. Al ser signo de fuego apostará por ir a un restaurante brasileño en donde desfilan los cortes de carnes rojas, o una carne asada el fin de semana con los amigos (o subordinados) hará que pase un gran momento. Atiéndelo como Rey, rapidito y de buenas.

TAURO.
Todo observa en el momento de comer: la distribución de los cubiertos, la pulcritud del lugar, la atmósfera visual y por supuesto registrará cada aroma y sabor de los alimentos y bebidas. Mientras más delicados y atractivos sean los platillos, más elogios recibirá el cocinero o chef de parte de un tauro. Sírvele buenas porciones, los de este signo son generosos y desean el mismo trato en la mesa.

GÉMINIS.
Lleva al gemelito o gemelita a distintos lugares, no caigas en rutinas porque pronto se aburrirá. Prepárate para un día cantarle esa canción de "La taquiza" de Chava Flores, o bien para seguirle la corriente en ir a comer al 100% Natural... con Géminis nunca se sabe. De lo único que podemos estar seguros es que en cada sentada a comer, platicarán, platicarán y platicarán. Quizá por eso, su bebida preferida sea un buen café.

CÁNCER.
La mejor invitación para los nacidos en el signo de Cáncer, es que le digas que prepararán algo rico y nutritivo... en su casa. O bien llévalo a donde un chef los vaya guiando para que en una clase elaboren ese platillo del cual apartará un poco para llevarle a los suyos. La comida típica de cada región, los postres y todo aquello que le recuerde a la cocina de la abuelita, son de sus comidas favoritas.

LEO.
Definitivamente son los seguidores de la cocina vanguardista, la cocina fusión y toda aquella nueva tendencia que se imponga como moda. También son partidarios de lo que los haga ver saludables... aunque no sepa más que a pepinos con sal pero servidos en un tazón muy fashion de un diseñador reconocido. Son de los que van pagar una fortuna a El Cardenal, para comer un plato de "granos de elote secos, con base en crema, y rodajas de ají con balsámico"... en lugar de lo mismo, llamado esquites con crema y chile, pero servidos en la esquina de su casa.

VIRGO.
Prepara tus mejores ropas y repasa antes los modales en la mesa, cuando salgas a comer con alguien de este signo. Fijaditos en todo: en lo que hablas, a quien volteaste a ver... contarán cuantas veces te serviste agua. Por lo general son rutinarios en cuanto a sus gustos culinarios, y si por ejemplo, les gustó ir a la Barbacoa de Lupita, ahí los tendrás cada quince días, o te pedirá que cada fecha especial le prepares esas enchiladas verdes que le encantan... eso sí, de tanto ir a un mismo lugar crean vínculos de confianza con los dueños del restaurante, el chef y los meseros.

LIBRA.
A la hora de comer, preferirá un menú que le aporte todo a la vez: carbohidratos, grasas, frutas, verduras, proteínas... y agua. Son de los que conocen en su zona o en la "Condechi", todos los restaurantes zen, veganos, vegetarianos, macrobióticos, y mejor si son pet friendly. No es raro que le pregunten a la mesera por la carta de alimentos bajos en calorías, o por la leche de coco, soya o almendras. Ni se te ocurra discutir con ellos en el momento de los sagrados alimentos, porque no tolerarán que exista la desarmonía en ese momento tan especial.

ESCORPIÓN.
Al intenso escorpión hay que presentarle un ramillete de platillos... ¡gourmet! Le encanta experimentar la sinfonía elaborada en las bebidas y alimentos. Mientras más sofisticación exista, mayor reto y placer le representa. Dile que corre riesgo de muerte al consumir un pez globo mal preparado y de inmediato lo solicitará. O sugiérele que pruebe chocolate premium directamente de tus labios, y no lo pensará dos veces.
Un restaurante ubicado en un sótano, con luces tenues y decoración en tonos rojos, será la delicia para los de este signo.



SAGITARIO.
Se distingue por ser el viajero de los doce signos, aventurero y optimista. Invítale un día a tomar café gourmet de Chiapas, otro día a un restaurante tailandés o prepara a su lado un sándwich después de una hora de esquí en los Alpes. Todo le parecerá maravilloso si le representa conocimiento, convivencia y paz. Pedirá del menú aquello que le haga recuperar energías tras una rutina de ejercicio. Tenle paciencia cuando empiece a platicarte sobre su supuesta erudición de la historia de cada lugar que visiten o del platillo que compartan. Y si elogian un algo o lo critican, creéles, porque son bien sinceros.

CAPRICORNIO.
No verá los platillos en la carta... sus ojos se irán directamente a la lista de precios y estará cuestionando si vale la pena tirar el dinero en un restaurante, aunque no le toque pagar la cuenta. Una sopa de fideo, un caldo de pollo, aquello que represente la seguridad de un hogar le dará tranquilidad a Capricornio. Llévalo a un lugar donde no tarden mucho en servir, porque si le demoran en llevarle la orden a su mesa, se pondrá intranquilo y optará por marcharse.

ACUARIO.
Sus sentidos del gusto y del olfato, se deleitarán en una feria en donde tenga a su disposición hamburguesas, tacos, antojitos, pizzas. O probablemente sea feliz por aquí y allá, un domingo por el centro de Coyoacán, comiendo helados, tostadas y mangos con chile, (sirve que de paso va a ver a sus amigos artesanos y se compra una que otra pieza rara). Que no te resulte extraño si al hot dog le pone encima catsup y además mermelada de fresa, o que esté viendo vídeos para preparar hot cakes con las figuras de los Avengers (sí, por supuesto que existe esto en el mundo del hot cake). Acuario es original hasta en la cocina.

PISCIS.
Va a querer ir a donde se le metió en la cabeza, ya sea porque su mejor amigo al que tanto quiere le recomendó tal restaurante, o porque comió ahí hace 25 años y le encantó en ese entonces, aunque ahora las mesas del lugar se sostengan en 3 patas. Platillos ni muy grasosos, ni muy fríos, ni muy calientes, ni muy sanos, ni muy engordadores, ni muy salados, ni muy dulces... bueno, depende del pie con el que se haya levantado hoy el pececito. Entiéndelo y no lo juzgues, (mucho menos le demuestres tu desacuerdo por su lugar o comida preferidos).

*** Alda ***
Julio 2015

EL SÍNDROME DE LA PRINCESA (que está en la torre y quiere que la rescaten).


Los cuentos de hadas son lindos porque nos llevan a escenarios de ensueño, situaciones emocionantes e historias con final feliz (casi siempre).
Pero hay que tener cuidado en el mensaje que se está sembrando en las mentes infantiles, sobre todo las de las niñas, quienes se van haciendo modelos de conducta que pueden afectarlas durante toda su vida... y crearles más de un problema.
El término "Síndrome de la Princesa" fue determinado por la psicóloga Jennifer L. Hardstein y se refiere a los conflictos que le podría provocar a una niña crearse ideas irreales, promovidas por los cuentos de hadas, de que si viste bien, es bonita, elegante y lleva los mejores zapatos, encontrará el amor y la felicidad en su vida. 

Y no solo eso, sino que inducen a basar la propia autoestima en la aprobación o desaprobación de un "príncipe".


Esto se graba en el subconsciente y cuando esa niña crece va portando la consigna de que debe encontrar desesperadamente un príncipe azul que la rescate de sí misma, de su nulificación como ser humano, de su miedo a madurar, de su dependenica emocional... 

Y en esa búsqueda se engancha con el primero que le habla bonito, o con alguien que se presta a chatear a miles de kilómetros de distancia (en un intento por conquistar al príncipe de reinos lejanos, y al cual a lo mucho conocerá por fotos), o se aferra a una persona que no la aprecia porque ella misma no sabe lo que es quererse.

Además es súper aburrido estar asomándose día y noche desde la torre, viendo el panorama, sin salir a explorar el mundo que está más allá de esas paredes que (hay que decirlo), aprisionan y limitan la existencia.

¿Hasta dónde te sigues contando tu cuento de hadas?, ¿en dónde dejó las escaleras y la puerta la princesa para poder subir, bajar y salir de su torre cuando a ella le plazca?, ¿cuándo vas a ser dueña de tu propio camino y te conviertes en reina?

Los cuentos de hadas son lindos... en los libros.

Crea tu propio camino para que en lugar de tratar de ser rescata de una torre (de esas que tienen pileta periférica con trampas y cocodrilos), seas la que construya palacios tan extensos o tan altos como lo decidas. Con o sin pareja, eso también lo decides tú. Emoticono wink
*** Alda ***