07 noviembre 2013

El Futbol: reflejo de la Fuerza y la Magia existentes en cada País

El equipo de rugby All Blacks de Nueva Zelanda, ejecutando su
danza de guerra al inicio de un partido.
Desde siempre he estado ligada al mundo deportivo más como practicante que como seguidora, confieso que no me considero aficionada al fútbol, en lo que está mi atención es en los movimientos sociales, la conducta humana y el mundo de la magia.
En la última copa del mundo en Sudáfrica, podíamos ver con gran aceptación cómo los “indígenas” de ese país les daban la bienvenida a las selecciones que llegaban de diversas partes del mundo. Con sus atuendos y coloridos bailes nos dejaban satisfechos de acuerdo a lo que veíamos a través de los medios de comunicación. Sin saberlo los demás, Sudáfrica estaba ejecutando varias danzas de guerra ante los ojos del mundo… ¡y nosotros pensando que eran bien lindos!
Cuando estuvimos de visita en las aldeas de los amables zulúes en Sudáfrica, los brujos del lugar que se llaman Sangoma, nos explicaban que su saludo de inicio es “zawubona”, que significa “te vemos”… ejem, ese significado y sus miradas profundas ponen nervioso a cualquiera, pero van más allá, porque ese “te vemos” incluye que te ven sus ojos, los de toda la comunidad, los ancestros y los Dioses del lugar. Así que todos esos ojos estaban viendo y cuidando cada acción de todos los jugadores de fútbol durante esa Copa del Mundo. 
Si le sumamos que aquellas ruidosas vuvuzelas que se hicieron famosas en cada partido, por ser como un ejército de insectos voladores, son también instrumentos que sin querer los aficionados usaron para distraer a sus contrarios… y llamar a los Dioses. ¡Estaban haciendo magia y no se daban cuenta!
Otro dato interesante es el nombre del famoso balón que se diseñó para ese Mundial: el Jabulani, que en zulú significa “festejo” o “celebración” y que tiene una pronunciación parecida a Jahbulon, una palabra que se usa en la masonería para referirse al Gran Arquitecto del Universo, y el dibujo en el balón representa a una pirámide… demasiadas ”coincidencias mágicas”, ¿no creen?
Estamos por vivir un par de encuentros con dos países que aún tienen como bastión a la magia ancestral de cada región: la Sub 17 se enfrentará a Nigeria y la Selección Mexicana ante su correspondiente de Nueva Zelanda.

NIGERIA
Este país africano es famoso por ser la cuna de la tradición Yoruba, que se ha derivado en otras vertientes por todo el mundo como: 
Anago e Idigene (Nigeria), Batuque, Candomblé y Umbanda (Brasil), Oyotunji (Estados Unidos), Santería (Cuba, Puerto Rico y Venezuela).
El tan conocido vudú de Haití combina las creencias religiosas de muchas nacionalidades étnicas africanas llevadas a la isla con la estructura y la liturgia de la Fon-Ewe del actual Benín, y la cultura congo-angoleña de la región, pero la ideología religiosa y las deidades yorubas también juegan un papel importante.
No es un secreto que Nigeria haga uso de la magia dentro de las justas deportivas. Se hizo notar que cuando enfrentaron en el Mundial a Argentina, uno de sus objetivos era eliminar a Messi del partido, hay reportajes sobre este hecho:
“Ha habido contacto con los espíritus de los ancestros, se han preparado pócimas con raíces y hojas cuyo efecto relega al de la aspirina … Con la pelota con que se jugará el partido se han completado ritos y rituales de brujería jujú para manipularla a favor de los hombres de Lagerbäck. Los especialistas en estas técnicas conocen el nombre genuino del esférico, un nombre que, dicen, no está al alcance de los blancos, y mediante el cual se gestan las maldiciones y los conjuros. El gris-gris ( o grigrí, que es un potente amuleto), por su parte, guarda relación con el 'hoodoo' o la magia popular y funciona con poderes espirituales. Una tercera 'táctica' invisible será el 'umuthi', la magia negra en sí”.
Dados estos antecedentes, no dudamos que estarán apoyando a su equipo durante el enfrentamiento que tendrán mañana viernes con México, por el campeonato de la Sub 17.

NUEVA ZELANDA.
De inmediato recurren a mi memoria las imágenes de la película “El piano”, que mostraba a una parte de los maoríes, el grupo indígena representativo de ese país: las danzas de guerra (o ‘haka’ que hasta el equipo de rugby de ese país ejecuta antes de cada partido cantando y pateando con violencia el piso… el haka es una demostración feroz del orgullo, la fuerza y la unidad de una tribu), el enseñarle la lengua a sus adversarios como un símbolo de intimidación y superioridad y quizá una de las aportaciones más importantes de los maoríes al mundo: tatuajes perfectamente realizados en todo el cuerpo y el rostro (se le conoce a esta técnica como ‘ta moko’… no se rían, así se llama), cada figura en la piel iba contando una historia de la persona y cada tatuaje tenía un significado mágico. Por lo tanto no sería raro ver a alguno de los jugadores con este tipo de símbolos en su propia piel.
Son un pueblo amable, que cuando recibe a visitantes entonan una canción, estando obligados los otros a responder con un canto de su tierra natal. Pero también, desde su mitología son una raza guerrera y entre sus prácticas antiguas, estaban el canibalismo y coleccionar las cabezas de los derrotados. Ellos realizaban el canibalismo no como supervivencia, si no como cuestión espiritual para ser mejores guerreros, más temibles, más poderosos, tener más maná (una energía mística la cual anhelaban obtener).
De ahí que el gesto más insultante que tiene la cultura maorí es la de sacar la lengua y abrir exageradamente los ojos, puesto que significa: “te mataré, destruiré tu aldea, y te convertiré en excrementos humanos”. Amables… pero no lo son cuando se tienen que enfrentar al enemigo.
La magia de Nueva Zelanda está basada en el poder del guerrero, de la intimidación del enemigo, de “comerse” su energía espiritual al derrotarlos en la batalla.
México se enfrentará a Nueva Zelanda un día 13, número mágico que están considerados dentro de los grandes acontecimientos mundiales, como símbolo de cambios. 
Y once jugadores en cada equipo, formando un 22, por donde camina el mago.

¿Y MÉXICO?
Es un país rodeado de belleza, fuerza y magia… las cuales han sido estratégicamente minimizadas desde la colonización europea, a tal grado que ignoramos y hasta desdeñamos toda esa riqueza que nos hizo en su momento, uno de los países más importantes en el mundo. 
Venimos de una raza guerrera, visionaria y enérgica, cuyo ideal era ser como Quetzalcóatl, la serpiente alada. Una cultura en donde se veía por el bien común, por ser los líderes y conquistadores que se expandían a tierras lejanas. 
Ahora se ha perdido el entusiasmo y el orgullo por la patria. México (me xhi ko en náhuatl), significa “el ombligo de la Luna”, es el centro de la fuerza y el esplendor del ser humano.
A tal grado nos hemos olvidado de nuestras raíces ancestrales, que hoy en día ya no se les permite a los danzantes de la tradición realizar sus rituales en las zonas arqueológicas, ni en atrios de Iglesias… ¡ni en el Zócalo capitalino! (fui testigo hace unos días de cómo un grupo de aproximadamente 50 policías, rodeaban a cada uno de los grupos de danza integrados por no más de 15 miembros, como si fueran delincuentes… y no los dejaron danzar).
Desconocemos esa magia ancestral, desconocemos que la fuerza de un país está en mantener vivas las raíces. 
Otros países harán gala de su legado cultural y mágico durante los juegos de fútbol, aprovechemos la oportunidad para reconciliarnos con el pasado y sentirnos orgullosos del país majestuoso en el que nos tocó nacer.
Unamos esa energía, pidamos a los ancestros que nos den la fuerza y los logros que ellos tuvieron, pidamos no solo para el triunfo de once individuos, sino también por el de nuestra nación y el de uno mismo. 

Pidamos a Quetzalcóatl que nos de su sabiduría, a Huitzilopochtli para que seamos sus guerreros, y cantemos desde el corazón y la alegría, el mantram que nos une a todos: ¡¡¡Me xhi ko, Me xhi ko, Me xhi ko!!!

Con cariño…
Alda