El 11, deseado, temido, incomprendido, contradictorio.
Mucho se ha hablado del 11 de noviembre del 2011: los optimistas dicen que se abrirán nuevos portales de Luz, los pesimistas dicen que no cesarán los atentados mundiales, los que traspasan las fronteras terrestres advierten de un exceso de visitantes intergalácticos, los astrólogos afirman que las alineaciones planetarias conjugadas con la fase de la Luna llena, serán un parteaguas social.
11.11.11
Lo han nombrado “El fin del Mundo”, esto provoca incertidumbre, temor y pánico.
Y para mí, que sea eso precisamente: El fin del Mundo…
Vemos los movimientos de los astros, los problemas de la economía mundial…. Y no nos percatamos, que para cambiar lo de afuera, debemos comenzar por dentro, somos responsables y cómplices en gran medida de lo que sucede en la Tierra.
¡Que llegue el Fin del Mundo!, de ese mundo de egoísmos, arrogancias, agresión y depredación. Que se terminen las injusticias y vejaciones a los seres vivos y al Planeta.
El temor que tiene el ser humano, es enfrentarse a sí mismo: a sus limitaciones, a su ignorancia y a sus miedos sin fundamento.
Equilibremos las energías, reconciliemos al hemisferio izquierdo con el derecho, hagamos las paces con nuestra masculinidad y feminidad interiores… unamos a esas dos perfecciones: al 1 con otro 1… hagamos un 11.
Es momento de integrar a la fuerza femenina en el contexto interior, para ver el mundo con compasión, dulzura, calidez y amor.
Es tiempo de permitir que esa energía fluya a través de la Madre Principal: La Madre Tierra, la dadora de vida, nuestro hogar en el infinito espacio.
Mañana, 11.11.11… detente, realiza una pausa a las 11:11 am de tu país, visualiza una hermosa luz verde esmeralda vibrando en tu pecho, es el color del amor incondicional. Siente cómo se expande en ti, y proyecta esa luz más allá de tu cuerpo físico: hacia el Cosmos, hacia las entrañas del Planeta, hacia la humanidad, hacia los animales, a los vegetales, a los minerales, al agua, al viento, al fuego, a los elementales… a cada átomo que vibra en este hermoso hogar azul. Siente esa fuerza de amor, de perdón y sanación… y quédate en silencio por unos momentos, para que tus latidos se sincronicen con el Alma del Mundo.
Si tú o una persona querida tienen alguna molestia física, aprovecha para concentrar esa luz verde en la parte que está en desequilibrio.
Y en esa frecuencia de amor, sentirnos integrados, sentirnos en la totalidad, sentir la unión de las perfecciones: del 1 y el 1. Vibrando en un gran círculo humano con el mismo objetivo: ¡Terminar con el Mundo de miedos, limitaciones y poca conciencia!
Deseo que esta hermosa unificación, perdure en ti hasta la siguiente conjunción del once… el 21.12.2012 (3+3+5=11 o… 21+12+2012=2045=2+4+5=11… ja ja hice estos cálculos mientras me mojaba bajo la lluvia).
Que la dualidad divina de la que hablaban nuestros aztecas, regrese a la Tierra, que Ometéotl nos inspire en el camino.
11.11.11 ¡Que se acabe el Mundo que hasta hoy nos ha esclavizado!, ¡y que comience un Mundo de Amor!
***Alda***