16 junio 2012

Libres pensadores


Investigar, discernir, pensar libremente nos enriquece el espíritu y el intelecto.
Ser libre pensador, requiere de disciplina…. pero tiene sus recompensas.
En esa avidez de creer que pensamos, pasamos por diversas etapas: desde ser el fanático sabelotodo, hasta pasar por camuflajearse de sabiondo cuando solo le has pedido a San Google que te haga el milagro, tratar de impresionar a los demás haciendo un simple “copy-paste”, o se llega caer en la arrogancia intelectual convirtiéndonos en seres rígidos e intolerantes con los demás si no piensan como uno.
Ser libre pensador tiene un costo: ser señalado e indeseado por personas y grupos. La batalla se enfatiza cuando eres mujer... por ello varias de mis antecesoras murieron en la hoguera. 

En ese viaje de pensar con alas, te vas dando cuenta que todos formamos parte de una sutil red de energías, que hay diversidad de pensamientos y de intereses… que todos están bien en su forma de pensar, pues cada uno tiene sus propias experiencias y su propio ritmo de evolución. Afortunadamente se sabe que cuando una puerta se cierra, otras tres se abren… y la aventura del pensamiento nunca termina.
Te sorprendes cuando ves que nuestro cuerpo es una réplica del Universo (claro, en una escala muy pequeña).
Y un buen día, el libre pensador se da cuenta con una gran carcajada, que tantos conocimientos, bibliotecas, banquetes intelectuales, discusiones teóricas… se reducen a estar en sincronicidad con el Planeta.

No tengo la más mínima intención de que te convenzas de mis argumentos, saca tus propias conclusiones, experimenta, prueba, vive y disfruta.

Orígenes de la Noche de San Juan


En este mundo en el cual todo es competencia, consumismo y tratamos de obtener todo de manera fácil y rápida, nos hemos vuelto indiferentes a las tradiciones ancestrales que se basan en los ciclos de la Naturaleza.
Desde hace mucho tiempo, en la Era del Neolítico (hace más de 9,000 años), el ser humano observaba los cambios en los cielos y la tierra. 
A partir de entonces, se percataron que el día 24 de Junio ocurría algo extraordinario: era el día en que la Luz duraba más y por ende, se tenía la noche más corta del año… y comenzaron a celebrar la luz y el calor en todo su esplendor y magnificencia, celebrando la abundancia y riqueza de las cosechas al madurar.
¿Por qué es el 24 de Junio y no el 21 de Junio, Día del inicio del Verano, el día más mágico y coincide con el nacimiento de San Juan Bautista?
Porque esa observación de la duración de la noche más corta el 24 de Junio, se realizaba desde la zona de Stonehenge, Inglaterra (si, si, ahí en donde has visto fotos sobre el círculo hecho a base de piezas de piedra). En el solsticio de verano, el Sol salía justo atravesando el eje de la construcción, lo que hace suponer que los constructores tenían conocimientos de astronomía. El mismo día, el Sol se ocultaba atravesando el eje del Woodhenge, donde se han encontrado multitud de huesos de animales y objetos que evidencian que se celebraban grandes fiestas, probablemente al anochecer.

Espérenme tantito, que ahí no termina la cosa… resulta ser que en esos días, da inicio el signo de Cáncer, cuyo elemento es el Agua, ¿y qué sucede en el verano?, ¡acertaron!, llueve, llueve y llueve.
Los paganos trazaron sus festejos en base a estos ciclos naturales , todas las tradiciones, culturas y religiones se basaron en esos conocimientos, por lo que esas celebraciones llevan varios nombres y deidades asociados a esta fecha tan especial.
También, observaron que por alguna razón, ese día las plantas, por efecto de tanta energía solar y la abundancia del agua, crecían de una manera muy especial.
Dentro de las culturas ancestrales, existían personas que miraban más allá de nuestra limitada dimensión y observaron que ese crecimiento espectacular de las plantas no solo era por la luz y el agua, sino que los elementales (hadas, duendes, silfos, ondinas y salamandras) se manifestaban en un número mayor de lo habitual.
El verano entonces, se convertía en una fiesta en todas las dimensiones. Los paganos, las brujas, los agricultores, festejaban esta fecha en la que se abrían los portales dimensionales y podían obtener la ayuda de los seres elementales. De hecho, algunos mencionan que no existe una Noche de Brujas en el año, sino dos, y el 24 de Junio es una de ellas.

Con la entrada del cristianismo, se sustituyeron estas celebraciones por la reverencia a los Santos.
El Solsticio de Verano, fue sustituido por el Nacimiento (no con la muerte), de Juan el Bautista: aquel que antecedió por 6 meses el Nacimiento del Maestro Jesús.
Si hasta aquí me han seguido en esta reflexión, se darán cuenta que Juan el Bautista se reconoce en los textos por hacer uso del agua para purificar al Maestro Jesús… ¿y el signo de Cáncer qué elemento tiene?
Juan el Bautista limpia con el agua el camino de un Gran Maestro… ¿y el agua de las lluvias del verano no hace lo mismo con la tierra?
En las Sanjuanadas, también se salta sobre las hogueras nocturnas: es un vestigio de las tradiciones paganas en las que alargaban la presencia del Sol a través de dichas hogueras.


Preparémonos para recibir con alegría en el pensamiento, el cuerpo y el corazón, a la noche más mágica del año.

La Magia está en ti

*** Alda ***