Más de una vez hemos dicho o escuchado que cuando alguien nos invita a su jacal, casa, cantón, residencia o mansión, se refieren a su hogar con la frase "Tu pobre casa", (juego de palabras que me causa escalofríos y hasta un corto circuito).
La mayoría de las veces la frase denota una simulada o falsa modestia, que nos han ido inculcando a través de la familia, la sociedad o las religiones.
¿Solo se queda en demostrar una supuesta amabilidad o falsa modestia?, referirnos así al lugar en el cual se manifiestan nuestras relaciones, nuestra forma de vida, nuestros gustos y preferencias, nuestros hábitos y nuestra prosperidad, nos hace entrar en una idea subconsciente de precariedad, pobreza y nulo progreso. (No entraré en el rollo de la Ley de Atracción ni en el experimento de las palabras bonitas y feas en los vasos con agua que realizó el Dr. Emoto... pero así funciona el asunto).
Indicar que nuestra casa es pobre, nos llena de larvas astrales de pobreza, quizá en pobreza de ideas, de trabajo, de salud, de dinero o de relaciones con los demás.
Tal vez han sabido de personas que tienen su "pobre" casa impecable, pulcra, brillando de limpia, con miembros de la familia decentes, trabajadores... pero que siempre adolecen de algo.
¡Tu casa no es pobre!, quítate la palabra pobreza de la mente y de la boca, ¡tu casa no es pobre!, no atraigas frecuencias que quieres evitar.
Tampoco te sientas mal si la próxima vez no te refieres a tu hogar como "Tu pobre casa", es un mal hábito que se irá retirando poco a poco, solo sé consciente de lo que piensas y dices.
Sólo invita a tu hogar sin ponerle la palabra "pobre" y quédate con la frase "Te invito a tu casa" o ""allá en tu casa" o siendo sinceros:"Te invito a mi casa".
Sólo invita a tu hogar sin ponerle la palabra "pobre" y quédate con la frase "Te invito a tu casa" o ""allá en tu casa" o siendo sinceros:"Te invito a mi casa".
Espero que la siguiente vez que digas que tu hogar es pobre, te hagas consciente de lo que estás creando desde tus pensamientos, y que te recorra un escalofrío que te permita reconocer que a partir de ahora, tu casa... es un lugar de prosperidad.
