29 mayo 2014

Quetzalcoatl está en una Corbata


Estamos a unos días de que México participe en el mundial de fútbol.

Uno de los deportes que más mueve a las masas humanas, en el que deberemos aprovechar cualquier derroche de energía para lograr nuestros propios objetivos y los de una nación.
El Presidente mexicano le ha hecho la observación a los seleccionados que tendrán que jugar con toda su concentración para traerse a casa la copa del mundo y también mencionó que todos los integrantes cercanos a su gabinete portarán una corbata verde para apoyar a los futbolistas que representarán a la nación en Brasil.

La selección mexicana ha estado evitando el apoyo público de los especialistas en magia de este país, cuando somos una nación líder en estos temas... desde nuestros curanderos de la sierra, los marakames en la región nayarita, la brujería del golfo y el sur del país, hasta los chamanes urbanos y los que se especializan en limpias y rituales.
Muchos países se protegen y respaldan con el trabajo de brujos, incluso los llevan hasta la cancha en donde el equipo se enfrentará ante otra selección porque es bien sabido que no solo el rendimiento deportivo influye en los resultados.

Esta unificación de portar la corbata verde (y yo propondría que todos lleváramos encima una prenda verde aunque no sea una corbata), es una gran oportunidad para que juntemos nuestras energías y pongamos nuestra atención en un solo objetivo: ganar, ya sea como nación a para algún aspecto personal.

El color verde, nos han dicho, representa a la naturaleza, al color de las plantas y a la esperanza.
A nivel esotérico, el verde, es el color del centro de energía que unifica a los demás: es el amor fraternal, la compasión, la paz, el altruismo, la bondad.
Imagínense si la mitad de los mexicanos vibráramos con esta energía, sería maravilloso.
Si nos vamos a un nivel más profundo, el color verde es el color asignado a Venus, el planeta del amor y por lo tanto, el color de Quetzalcoatl, quien según cuenta la leyenda, un día se fue en su barca, otros mencionan que se arrojó a una hoguera y se convirtió en la estrella de la mañana, es decir, en el planeta Venus.

Quetzalcoatl, la serpiente emplumada, es la entidad divina que rige a México (Mexhiko, el ombligo de la Luna), es la deidad principal de todos los dioses prehispánicos. La serpiente preciosa representa la dualidad inherente a la condición humana: la "serpiente" es cuerpo físico con sus limitaciones, y las "plumas" son los principios espirituales.

Entonces no es para nada raro que la marca deportiva que provee los uniformes a los seleccionados haya elegido poner la figura de Quetzalcoatl para su publicidad.

Tomemos este pretexto del mundial de fútbol para amarnos como nación, es cierto que tenemos mucho por mejorar, pero también reconozcamos que nuestra nación está llena de simbolismos y magia por los cuales sentirnos orgullosos ante todo el mundo.

Usemos la fuerza de la serpiente emplumada, aspiremos a ser como Quetzalcoatl: viviendo a plenitud en la tierra y volando hacia las alturas del espíritu.

Portemos un recordatorio verde para poner toda nuestra atención - ya sea una corbata o una prenda-, tengamos un color para unificarnos y hagamos que en México resurja con orgullo la Magia.

¡Mexhiko, Mexhiko, Mexhiko!

*** Alda ***

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