Una Bruja en el Vestidor... y un Brujo a Medio Estadio

Limpiamos el Estadio Azteca y la mala suerte se alejó... ¡ganaron!

Todos tenemos proyectos y planes por los que nos levantamos todos los días. Estudiamos y nos preparamos para hacer de la mejor manera aquello que amamos. He estado en sitios increíbles del planeta, poniendo el pie en eventos de importancia mundial, vivido experiencias insólitas y conocido a personas extraordinarias.
Solo que a veces, la vida tiene preparadas grandes sorpresas que no esperamos y que repentinamente nos indican que ya estamos listos para recibirlas .

Hace más de cuatro años, fui invitada por Antonio Vázquez Alba, el Brujo Mayor para realizar un ritual que ni en mis sueños imaginé:

                           Preparar energéticamente al impresionante Estadio Azteca.

Estadio Azteca
México

En agosto del 2009, México ya era dirigido de nueva cuenta por Javier Aguirre, el duelo en el Estadio Azteca era de altísima importancia, porque podría significar la despedida de la Selección mexicana de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.

Acudimos al lugar, lo cuento públicamente puesto que ese ritual fue transmitido por un programa de TV a nivel nacional.
El objetivo era que la selección de fútbol de México venciera a su contraparte de Estados Unidos, para clasificar al Mundial.
Éramos once brujos, uno por cada uno de los jugadores mexicanos que contenderían en la cancha días después.

Entramos por los accesos que llegaban a la mitad de las gradas.
El silencio total, sin espectadores, sin jugadores, todo el Estadio a nuestra disposición.
Bajamos por los escalones y llegamos al nivel de la cancha, permanecimos de pie y en silencio por algunos minutos.
Era inevitable sentir la aplastante energía que emitía el Coloso de Santa Úrsula.

Se podía percibir la emoción, el júbilo, la alegría, la tensión, todo esto se sentía de maneras desproporcionadas en un sitio de concreto que ha sido testigo de innumerables encuentros deportivos.
Hacía tiempo que no entraba a un Estadio de estas dimensiones... estar ahí tan cerca del campo de juego y bajo esas circunstancias era indescriptible.

Brujo Mayor fue al único al que le permitieron entrar al césped, con su bastón de mando se ubicó justo al centro de la cancha. Desde las orillas le ayudábamos con mantrams específicos para la ocasión. Él se encaminaba a las porterías y ahí murmuraba algo que resultaba ininteligible. Por algunos minutos pudimos presenciar su concentración y entrega para que la selección de México obtuviera el triunfo.

Después fuimos acompañados por el reportero y las cámaras al área de vestidores. Ahí también entonamos decretos y mantrams para que México ganara ese partido contra Estados Unidos y calificara su pase a Sudáfrica.
Entre inciensos, sonidos y lociones, los brujos realizamos nuestro ritual.

Para entonces era poco más de medio día y el Sol estaba justo encima del Estadio Azteca, hacía calor.
México merecía el triunfo, tenía un buen equipo pero las energías estaban en su contra... a veces se necesita de un empujón mágico para que todo tome el lugar que le corresponde. 

Alda y Brujo Mayor

Unos días después, el 12 de agosto de 2009, el Tri caía sorpresivamente a pocos minutos de haberse iniciado el partido. Entonces, cuando el equipo empezaba a desesperarse tras el desempeño que puso la ofensiva de los estadounidenses, Israel Castro probó suerte de larga distancia y anotó el gol de la victoria. México ganó 2 a 1 a Estados Unidos y avanzaron a la Copa del Mundo en Sudáfrica un par de meses después.


*** Alda ***

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