21 agosto 2012

La Depresión: el hundimiento de sí mismo

Ha pasado ya un gran lapso de tiempo, desde que el Universo me otorgó la oportunidad para seguir disfrutando del placer de vivir.
A partir de entonces, hice la firme promesa de transmitir el tema de

 la Depresión a quienes lo necesitan y tal vez desconocen que ellos o alguien cercano, están pasando por esa fase.

Tómate tu tiempo para leer esta información.
La Depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. Una cosa es estar triste y otra es estar triste por un periodo prolongado de tiempo. Se dice que en el año 2050, la depresión será la segunda causa de ausentismo al trabajo, solo superada por la diabetes, así que pongamos atención.

Muchas veces, el deprimido o las personas cercanas a él, no entienden qué está sucediendo y mucho menos, cómo actuar.
Aclaro que la Depresión no se da por una debilidad mental en la persona que la padece.
La Depresión ocurre por muchos factores: psicológicos, genéticos, familiares, bioquímicos, estrés laboral y larvas astrales.
La Depresión, puede presentarse en hombres y mujeres, desde los bebés hasta los ancianos, en personas de todas las razas y religiones, de todos los niveles sociales, culturales y económicos.

Algunos de los síntomas, son:
• Estado de ánimo irritable o bajo nivel de energía la mayoría de las veces.
• Pérdida de placer en actividades habituales como comer, bailar, escuchar música, tener sexo, sociabilizar, etc.
• Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
• Cambios repentinos en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso.
• Cansancio y falta de energía.
• Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.
• Dificultad para concentrarse.
• Movimientos lentos o rápidos.
• Inactividad y retraimiento de las actividades usuales.
• Sentimientos de desesperanza y abandono.
• Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.
• Llantos frecuentes o sensación de llanto, sin razón aparente.
• Descuido del aseo y apariencia física.
• Dolores repentinos e inexplicables en el cuerpo.
• Alejamiento de las personas, se evita la compañía de los demás.
• Uso de ropas grises o negras con mayor frecuencia de lo normal.
• Pensamientos repetitivos de que los demás no le entienden o le están atacando.
• Vulnerabilidad a usar en proporciones mayores a lo habitual, sustancias como tabaco, drogas o alcohol.

En un estado de depresión, la persona puede ubicarse en fases de desesperación tan grandes, que puede atentar contra sí misma. Pero también, hay una etapa en donde puede reconocer que no es grato ni normal permanecer así y busca respuestas para sus malestares.
El apoyo de la familia y seres queridos, es de suma importancia en esos momentos: no juzgar, no regañar, no tratar de aparentar que todo va bien. En cambio, hay que intentar comprender al depresivo, no exigirle que mire nuestro mundo, puesto que apenas puede sostener el suyo.
Los animales de compañía como perros, gatos, aves o peces, pueden llegar a somatizar el estado de ánimo de la persona deprimida… y se han presentado casos en que esos animales se auto agreden, enferman o mueren repentinamente.

En ese momento tan oscuro, en donde no se ve una salida clara, desde mis experiencias, sugiero lo siguiente para iniciar una recuperación desde el contexto energético:

• Usar vestimentas en tonos vivos: amarillos, verdes, rojos, naranjas, azules.
• Consumir cítricos, como las toronjas y las naranjas (¿alguna vez han visto a una naranja triste?).
• Caminar con los pies desnudos sobre el césped y abrazar a los árboles, nos reconecta con la energía de la naturaleza.
• Realizarse “limpias” energéticas con un experto, dos o tres veces por semana… esto reprogramará el campo áurico en positivo.
• Usar aceite esencial de naranja si la persona no está durmiendo, o aceite de bergamota si es que está durmiendo en exceso. Combinar con aceite de lavanda y/o geranio para una rápida recuperación. Pueden usarse en un difusor de aromaterapia o en masajes acompañados de un aceite para ese fin.
• Sahumar la casa de la persona deprimida, así como sus pertenencias y toda su ropa. Las larvas astrales que se aprovechan de los estados de depresión para provocar tristeza y pensamientos de minusvalía, se propagan no solo en el aura de las personas, sino en todo su entorno. De preferencia, la sahumación deberá realizarse por una persona entrenada en la materia.
• Decretar continuamente: “Yo soy salud, yo soy una persona valiosa… nada ni nadie me pueden dañar porque yo siempre estoy rodeado de Luz”.
• Visualizarse a uno mismo o al deprimido, dentro de una esfera de color morado para cambiar las energías negativas a positivas.
• Platicar, llorar, gritar aquello que nos molesta o hace sentir mal, es una excelente manera para comenzar con una recuperación.
• Comprender e identificar que se está pasando por una depresión, nos facilita el camino para saber qué pasos dar.
Los puntos anteriores, no interfieren con las terapias médicas o psicológicas a las que el depresivo puede recurrir.

Esta información es para quien la necesite, si quieres compartirla, estarás haciendo un gran acto de amor a tu prójimo, porque nunca sabemos quién puede estar necesitando de estas líneas.

Con total convicción te digo que nunca estás solo… cuando sientes que no puedes más, que llegaste al final del camino, que te asfixias… recuerda, que una fuerza muy grande te sostiene, en cada latido, en cada paso y en cada respiración.

Inmenso amor para ti.
*** Alda ***

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